Rigoberta Menchú , Vida, Obra, Biografia y ganadora del premio nobel 1992 de esta luchadora Guatemalteca
Antes, para conocerla mas en persona, daremos un fragmento de su visita al programa:
"Conversando con Correa" en el Canal RT en español
Ahora si toda su obra:
Rigoberta Menchú Tum (Uspantán, 9 de enero de 1959) es una líder indígena guatemalteca, miembro del grupo maya quiché, defensora de los derechos humanos, embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del Premio Nobel de la Paz (1992) y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1998).
Se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional. El 12 de febrero de 2007, anunció que se postularía en las elecciones presidenciales de Guatemala del 2007, por la coalición de partidos WINAQ y Encuentro por Guatemala; quedó en quinto lugar con un 3,09 %. El 7 de mayo de 2011 el partido indígena WINAQ junto a otros partidos la proclamó como candidata presidencial para las elecciones presidenciales del 11 de septiembre de 2011 en el Frente Amplio de Guatemala, en la ciudad de Uspantán (departamento de El Quiché).
Biografía:
Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana Tum Kotoja, su madre era una indígena partera (tradición pasada de generación en generación, realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos). Desde pequeña conoció las injusticias, discriminación y la explotación a la que son sometidos los indígenas de Guatemala, en la pobreza extrema. A los 5 años comenzó a trabajar en una finca de café, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del Ejército de Guatemala.
Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1978, fue miembro fundadora del CUC (Comité de Unidad Campesina) y de la RUOG (Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca), de la que formó parte de su dirección hasta 1992.
La guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estalló años antes. Menchú percibió que en el intento de sofocar la rebelión, las dictaduras cometieron las más grandes atrocidades. Se arrasaron aldeas, se asesinaron decenas de miles de campesinos, principalmente indígenas, centenas de sindicalistas y estudiantes, numerosos periodistas por dar a conocer la información, connotados intelectuales y políticos, religiosos y religiosas.
Miembros de su familia, incluida su madre, fueron torturados y asesinados por los militares o por la policía paralela de los escuadrones de la muerte. El 31 de enero de 1980, su padre Vicente Menchú y su primo Francisco Tum fueron 2 de las 37 personas ―entre las que se contaba el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol― que la Policía Nacional de Guatemala quemó vivas con fósforo blanco en la Masacre de la embajada española en la ciudad de Guatemala.
Mientras sus hermanos optaban por unirse a la guerrilla, Menchú inició una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los derechos humanos que tenían de objeto a los campesinos indígenas; ella personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer indígena en Hispanoamérica.
Para escapar a la represión se exilió en México, donde publicó su autobiografía; recorrió el mundo con su mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias. En 1992 fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del descubrimiento de América, a la que Menchú se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indígenas americanos. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla en los años siguientes.
Gran parte de la popularidad le vino de su libro autobiográfico Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, escrito por Elizabeth Burgos.
El Premio Nobel:
Su candidatura fue sostenida por el Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país visitó Menchú en agosto de 1992. Su recorrida y la campaña pronobel contó con la organización de la antropóloga Ana González (hija del también antropólogo Rex González) y de Lucrecia Lomban (secretaria de la APDH Quilmes), entre otros activistas y organizaciones humanitarias.
El premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su lucha por la justicia social y reconciliación etnocultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, en coincidencia con el quinto centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América, y con la declaración de 1992 como Año Internacional de los Pueblos Indios. Con los recursos que recibió del galardón, estableció la fundación Rigoberta Menchú Tum, con sede en Guatemala; una filial en México, bajo la figura jurídica de Institución de Asistencia Privada (IAP) y otra en Nueva York.
En la lectura del premio, reivindicó los derechos históricos negados a los indígenas y denunció la persecución sufrida desde la llegada de los europeos, momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del conocimiento; reflejó la necesidad de la desmilitarización y la justicia social en Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad para las mujeres. Su discurso se encuentra en el sitio Nobel junto con una breve biografía (en inglés).
Premios y honores que ha logrado:
En 1991 participó en la preparación de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas por parte de las Naciones Unidas.
En el Libro Guinness de los récords fue, en su momento, la ganadora más joven del Nobel y la primera indígena en ganarlo.
En 1998 estuvo galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, junto con Fatiha Boudiaf, Fatana Ishaq Gailani, Somaly Mam, Emma Bonino, Graça Machel y Olayinka Koso-Thomas por su trabajo, por separado, en defensa y dignificación de la mujer.
En 2006, fue embajadora de buena voluntad de la Unesco del gobierno de Óscar Berger.
Recibió el Premio Odebrecht en 2014.
El decreto 19-2003 promulgó la Ley de Idiomas Nacionales, en concordancia con el artículo 143 de la Constitución política de la República, y reconoce a los 23 idiomas vernáculos como idiomas nacionales con lo cual se autorizó la utilización de los idiomas en las actividades públicas y en la prestación de servicios de educación, salud y de naturaleza jurídica, entre otros, en cualquiera de los 24 idiomas que se hablan en el país; un gran porcentaje, además de su idioma étnico, habla castellano e inglés.
Desde mayo de 2004, apoya la labor y el compromiso de la fundación Comparte. Apoya su trabajo en América Latina, con el fin de educar en la Cultura de Paz y colaborar en la defensa de los derechos de miles de niños.
Farmacéutica:
En 2003 se involucró con la industria farmacéutica mexicana al presidir la compañía Salud para Todos (subsidiaria guatemalteca de las Farmacias Similares, llamadas ahora Farmacias del Doctor Simi), con la finalidad de proveer medicinas genéricas a bajos precios. Sin embargo, en 2008, su participación en este sector terminó, quedó fuera del consejo de administración de Salud para Todos a partir de diferencias existentes con el dueño de la sociedad, el millonario mexicano Víctor González Torres; además de resultados competitivos bajos en el sector farmacéutico guatemalteco.
Ámbito político:
Después de analizar posibles opciones políticas, Rigoberta anunció su candidatura a la presidencia de Guatemala con el partido izquierdista Encuentro por Guatemala, en las elecciones de septiembre de 2007. Para ese proyecto se hizo necesario el pacto entre el partido indígena creado por Menchú y el EG, dirigido por la diputada y activista humanitaria Nineth Montenegro.
Menchú intentaba cumplir su ilusión de ser la primera mujer en presidir su país, la quinta indígena en América Latina después de los mexicanos Benito Juárez y Victoriano Huerta, el peruano Alejandro Toledo Manrique y el boliviano Evo Morales, y la decimoséptima premio Nobel en ocupar la presidencia de una nación, después del francés Léon Bourgeois, el sueco Hjalmar Branting, José Ramos-Horta, de Timor Oriental, el alemán Willy Brandt, el egipcio Anwar el-Sadat, los israelíes Menachem Begin y Shimon Peres, el costarricense Óscar Arias, el soviético Mijaíl Gorbachov, el polaco Lech Walesa, los sudafricanos Frederik de Klerk y Nelson Mandela, y los estadounidenses Woodrow Wilson, Theodore Roosevelt, James Carter y Barack Obama.
Sin embargo, la III Cumbre Indígena Mundial (en marzo de 2007) decidió no apoyar las aspiraciones políticas de Menchú ya que algunos indígenas no se sentían representados por el proyecto.
En septiembre de 2006, en los resultados de la primera vuelta electoral para candidatos a presidente y vice, Encuentro por Guatemala quedó séptimo, con el 3,09 % de los votos. Después, el pacto entre WINAQ y Encuentro por Guatemala se disolvió, siguiendo cada proyecto agendas individuales.
El 7 de mayo de 2011, la alianza partidaria Frente Amplio Guatemala, integrada por el partido indígena WINAQ, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Alternativa Nueva Nación (ANN), y el comité preformación del Movimiento Nueva República (MNR) proclamaron a Menchú como candidata presidencial para las elecciones del 11 de septiembre de 2011 en Guatemala. Quedó en la sexta posición, con el 3,27 % de los votos válidos emitidos.
Controversia sobre su autobiografía:
En 1998, el periodista estadounidense Larry Rohter publicó en el New York Times el artículo «Laureada empañada: un informe especial; ganadora del Nobel encuentra su historia desafiada», donde, aunque reconociendo todo lo que Rigoberta Menchú había sufrido a causa de la represión gubernamental, desacreditaba, sobre la base de un reciente manuscrito, algunas de las afirmaciones de la autobiografía de Menchú.
En 1999, el antropólogo David Stoll, estudioso de Guatemala, publicó el libro Rigoberta Menchú and the story of all poor Guatemalans (Rigoberta Menchú, y la historia de todos los pobres guatemaltecos), donde afirmaba que una parte de la biografía era falsa o distorsionada e incorporaba experiencias que nunca había vividenciado ella misma. Según Stoll, quien afirmaba haber consultado los archivos del ejército guatemalteco, se habrían alterado o exagerado elementos de la vida de la activista para hacer ver que la familia Menchú era una luchadora radical por los derechos sociales. Decía que el gobierno de Guatemala entregó un lote de tierra a su padre, Vicente, como hizo con miles de campesinos en un plan de colonización del país que habría colaborado con las fuerzas de paz de los Estados Unidos; que su familia no habría estado en condiciones de esclavitud en las grandes plantaciones de café; que Rigoberta no estuvo presente cuando su hermano fue quemado vivo en medio de una plaza, etc. (A pesar de que Rigoberta Menchú mencionaba estos hechos desde 1983 en el documental When the Mountains Tremble), Stoll argumentaba que al haber estado tres años en Chichicastenango, a 100 km de su pueblo, era improbable que pudiera participar en su infancia y juventud en actividad agrícola con su familia. Además, decía que Menchú no era analfabeta y que había estudiado en un colegio privado.
Basado en el libro de Stoll, el escritor conservador estadounidense David Horowitz (n. 1939) negó la legitimidad del Nobel de Menchú, a quien calificó de terrorista marxista, y exigió de manera pública y repetida su revocación.
ALULOSA - AZUCAR DE BAJAS CALORIAS - SOLUCION PARA LOS DIABETICOS
¿Qué es la alulosa?
En todo el mundo, la obesidad está aumentando a una velocidad alarmante, lo que ha creado la necesidad de desarrollar una estrategia para revertir esta tendencia. Uno de los problemas que se ha destacado en los últimos años es el excesivo consumo de azúcar. Desde el punto de vista de los nutricionistas, puede ser difícil promover entre sus clientes una reducción en la ingesta de calorías sin sacrificar las preferencias alimentarias personales.
Una solución para esto es la alulosa (también denominada psicosa), un azúcar con bajas calorías que es muy similar al azúcar convencional en sabor, textura y uso. La alulosa es un azúcar poco común que se encuentra en pequeñas cantidades en el trigo y en ciertas frutas (como la yaca, los higos y las uvas pasas) y que también se presenta naturalmente en alimentos endulzados como el jarabe de arce y el azúcar morena. Es un monosacárido que, si bien se absorbe a través del intestino delgado, no se metaboliza, lo que hace que su aporte calórico sea casi inexistente. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) considera que la alulosa es segura y la ha designado como aditivo generalmente conocido como seguro (GRAS, por sus siglas en inglés).
La alulosa es un edulcorante versátil
Uno de los principales beneficios de la alulosa es que, al funcionar como el azúcar, existen muy pocas limitaciones respecto de los alimentos o bebidas con los que puede utilizarse. Cuando se hornea, adquiere un dorado similar al del azúcar de contenido calórico completo. Se esparce fácilmente en las masas y mezclas sin que sea necesario diluirla en agua previamente. La depresión de punto de congelación de la alulosa permite su uso en helados y otros productos congelados.
La alulosa tiene un sabor parecido al del azúcar
Si bien todos los edulcorantes proporcionan un sabor dulce, saben diferente en el paladar. La elección del edulcorante a menudo se reduce a la preferencia de sabor del consumidor. Uno de los principales atractivos comerciales de la alulosa es que su sabor y su textura son similares a los del azúcar.
Impacto de la alulosa en el índice glucémico
Los estudios que se han llevado a cabo sobre la alulosa han determinado que no tiene ningún impacto sobre la glucosa en sangre Cuando fue evaluada como ingrediente único, se determinó que no era glucémica. Además, cuando se la evaluó con otros alimentos con hidratos de carbono dentro de una comida, se determinó que suprimía la respuesta glucémica de estos otros alimentos. Esto podría ser de gran importancia para mejorar el sabor de los alimentos para diabéticos y los medicamentos orales para el control del azúcar en sangre.
La alulosa y la tolerancia gastrointestinal
Las investigaciones han demostrado que, por lo general, la alulosa no produce problemas gastrointestinales. También puede ser más atractivo para los consumidores elegir golosinas reducidas en azúcar elaboradas con alulosa si les preocupa tener posibles efectos gastrointestinales secundarios.
La alulosa es un producto natural
Sin duda estamos siendo testigos de la creciente demanda de alimentos más naturales por parte de los consumidores. Como se mencionó anteriormente, la alulosa se produce naturalmente, en pequeñas cantidades, en ciertos alimentos y frutas. Debido a que es un azúcar, la alulosa aparecerá en la sección de azúcares e hidratos de carbono en las etiquetas de los alimentos.
El panorama de la nutrición está cambiando constantemente en función de las nuevas investigaciones y demandas de los consumidores. La alulosa tiene mucho potencial como herramienta para que los consumidores reduzcan el exceso de calorías y de azúcar en las bebidas y los alimentos endulzados. Este producto resuelve varias de las inquietudes y deficiencias de otras opciones de edulcorantes. Será interesante ver el impacto a medida que aumente su uso en diferentes alimentos y bebidas.
¿Qué es la alulosa?
La alulosa (también denominada psicosa) es un azúcar de bajas calorías que tiene el sabor y la textura del azúcar, pero sin sus calorías.
¿Cómo es posible que la alulosa tenga tan pocas calorías?
La alulosa no es reconocida por el cuerpo como un hidrato de carbono y no se metaboliza como energía; por ello, tiene una cantidad insignificante de calorías.
¿Por qué usar alulosa?
Muchas personas desean controlar las calorías y una manera de lograrlo es reducir las calorías del azúcar buscando alimentos y bebidas que no usen ingredientes edulcorantes o que usen ingredientes edulcorantes con bajas calorías, tales como la alulosa. En la Encuesta sobre Alimentos y Salud de 2012, casi la mitad de los consumidores toman en cuenta si los alimentos tienen edulcorantes con bajas calorías y, de este grupo, el 73 % desea estos edulcorantes para controlar las calorías.
¿La alulosa tiene el mismo sabor que el azúcar?
Sí, tiene una textura y un rendimiento similares a los del azúcar, que los consumidores pueden sentir y saborear.
¿La alulosa es segura?
Sí. La alulosa recibió la designación de generalmente reconocido como seguro (GRAS, por sus siglas en inglés) de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Según las pautas de la FDA, las personas de todas las edades pueden disfrutar de la alulosa en cantidades moderadas.
¿Cuántas calorías puedo ahorrar si selecciono productos endulzados con alulosa?
La alulosa tiene un 90 % menos de calorías que el azúcar. La cantidad de calorías que ahorres en un producto variará.
¿La alulosa puede ayudarme a controlar mi peso?
Como parte de una dieta saludable en general, los alimentos y las bebidas con bajas calorías pueden ayudar a controlar las calorías —es la ecuación “entrada de calorías/salida de calorías”. Cuantas menos calorías ingresen, menos deberán quemarse mediante la actividad física. Asegúrate de no compensar en exceso las calorías que ahorraste comiendo en exceso en otras áreas.
¿Dónde puedo encontrar alulosa?
Si bien todavía no está disponible como un paquete o una botella individuales (lo que se denomina edulcorante de mesa), comenzarás a encontrar alulosa en alimentos y bebidas elaborados.
¿Cuál es la tolerancia gastrointestinal máxima con respecto a la alulosa?
Los investigadores descubrieron que la alulosa es bien tolerada y no causa trastornos gastrointestinales.
¿Cuál es el impacto de la alulosa en la respuesta glucémica?
Los investigadores descubrieron que la alulosa no tiene ningún impacto en los niveles de glucosa en sangre. Si bien una parte de la alulosa es absorbida, no es metabolizada.
¿La alulosa aumenta las ganas de consumir otros dulces?
Múltiples estudios han demostrado que el consumo de edulcorantes de bajas calorías no aumenta las ganas de comer más dulces. Esta reciente historia en los medios de comunicación no se basa en la mayoría de los estudios de investigación. En 2012, seis estudios independientes — que se publicaron en las revistas Journal of Nutrition y American Journal of Clinical Nutrition— refutaron estas afirmaciones.
De las “ciencias” metafísicas –tarot, astrología, quiromancia...- la numerología es la menos conocida o entendida.
Para averiguar nuestro número debemos sumar los números de nuestra fecha de nacimiento y si obtenemos un número superior al 9, simplificar nuevamente hasta obtener un número de un dígito entre el 1 y el 9.
Por ejemplo si una persona ha nacido el 12-7-1966 tendríamos que sumar:
1 + 2 + 7 + 1 + 9 + 6 + 6 = 32
simplificando nuevamente:
3 + 2 = 5
El número de la persona nacida el 12 de julio de 1966 sería el 5.
En esta página, podes sacar tu numero y los resultados personalizados:
En la historia de la parapsicología internacional nunca antes, ni después, se ha producido un caso similar. Nina Kulagina fue investigada durante 30 años por muchos científicos de su época. Cuando fue acusada de fraude por los pseudo-escépticos, los denunció y fue a juicio. El Tribunal, por primera vez en la historia, dictaminó que sus facultades eran genuinas. EOC ha tenido acceso a testimonios y documentos inéditos. Y durante meses ha trabajado intensamente con las fuentes originales en ruso. El fruto de ese esfuerzo es este extenso informe.
Reproduccion experimento KulaginaMis compañeros del Centro de Investigaciones Psicobiofísicas de Vigo encienden la cámara de video y me rodean completamente. Previamente han examinado la mesa, la silla, y los elementos que vamos a utilizar en la prueba. Sobre la mesa una urna de cristal. En su interior han depositado varios objetos de distintos materiales, no necesariamente conductores: unos cigarrillos, unos clips, unas cerillas, unas servilletas de papel… Después cierran la tapa de la urna de cristal y la precintan con un candado. Imposible que yo pueda tocar ninguno de aquellos objetos. Comienza el experimento.
Sitúo mis manos a ambos lados de la urna de cristal, manteniéndolas a un par de centímetros de la misma. Aprieto los dientes y adopto un rictus circunspecto, concentrado en la intención de mover aquellos objetos con mi energía psíquica, como si en ello me fuese la vida.
No es una técnica sencilla. Se requiere cierta práctica y pericia. Hay que moverse despacio y con suma precaución si no queremos que el efecto fracase. Cualquier mentalista sabe a lo que me refiero… Fuerzo la intensidad de mi concentración, e incluso consigo que una gota de sudor resbale por mi mejilla concentrando la tensión muscular en todo mi cuerpo. Mis brazos, y por extensión mis manos, empiezan a vibrar por el esfuerzo, y por fin se aprecia un primer movimiento en uno de los clips… Después un cigarrillo comienza a girar levemente dentro de la urna de cristal. Mis compañeros se miran entre si perplejos e incrédulos. El cámara cierra el plano sobre el interior de la urna de cristal, absolutamente precintada. Y su entusiasmo estalla en un aplauso cuando una de las cerillas de madera comienza a elevarse de la mesa por uno de sus extremos, cuasi-levitando… Más tarde reproduzco la levitación de otros pequeños objetos entre mis manos, ya sin el blindaje de una urna de cristal. De esta forma es más sencillo realizar el efecto de la levitación…
No. No poseo ninguna capacidad paranormal. Aquel experimento en el laboratorio del Centro de Investigaciones Psicobiofísicas de Vigo tenía por objeto reproducir, con técnicas de prestidigitación, más concretamente de mentalismo, las filmaciones más extraordinarias de la historia de la parapsicología mundial. Las pruebas de laboratorio que varias docenas de físicos, químicos, psiquiatras y neurólogos realizaron, durante años, con la presunta psíquica más sorprendente de la historia de la parapsicología mundial: Nina Kulagina.
A pesar de que mis técnicas pudieron imitar, e incluso superar, los videos de la Academia de Ciencias soviética, en los que Kulagina aparentemente movía e incluso podía levitar pequeños objetos sin contacto físico, tengo mis dudas sobre el fraude. Yo utilicé un sistema combinado de imanes y reel (un gadget utilizado por magos de todo el mundo, fabricado con hilos muy finos y resistentes, casi invisibles). Después de la información, documentos y testimonios directos e inéditos que he recopilado durante los últimos años en torno al caso Kulagina, dudo seriamente que ella hiciese lo mismo…
Una heroína de la II Guerra Mundial
Ninel Sergeyevna Mikhailova (su apellido de soltera), nació en Leningrado (hoy San Petesburgo) el 30 de julio de 1926. En Junio de 1941, cuando los nazis iniciaron la ofensiva contra la URSS y Leningrado fue sitiado, la pequeña Nina apenas tenía 15 años. Sin embargo, y como muchos adolescentes de su generación, se alistó en el ejército, junto con su hermana, hermano y padre, para luchar contra los alemanes, convirtiéndose en operador de radio en un regimiento de tanques. Era evidente que aquella corpulenta joven soviética no se asustaba con facilidad ante las adversidades.
Durante los 900 días del feroz sitio a Leningrado, la joven Nina maduró a marchas forzadas, mientras servía en una división de carros de combate, escuadrón de blindados nº 71, especialmente en los legendarios T-34, considerados el mejor tanque de la II Guerra Mundial. Allí se hizo mujer, pero también sufrió el hambre, los bombardeos, los cortes eléctricos y el gélido frío del invierno ruso, de hasta 40 grados bajo cero. Y a pesar de la coraza blindada de los históricos T-34, y como muchos compañeros de su unidad, terminó sintiendo en sus propias carnes el efecto de la metralla. En enero de 1944 fue gravemente herida por la artillería nazi, e ingresada de urgencia, pero también se hizo merecedora de una medalla al valor, y de un ascenso a sargento del ejército rojo.
Después de la II Guerra Mundial Nina Mikhailova se casó con un ingeniero naval del Báltico, y miembro del comité local del Partido Comunista, Viktor Vasilievich Kulagin, adoptando su apellido de casada. Pronto fue madre. Tuvo tres hijos. Kulagina1
En 1963 aquella ama de casa y madre de familia, condecorada por su valor en combate durante la guerra, es víctima de una crisis nerviosa, e ingresada en el Hospital de Leningrado. Durante su estancia en el hospital, mataba el tiempo cosiendo, y a decir de sus biógrafos, en ese momento es cuando sus supuestas capacidades extrasensoriales se hacen públicas. Según “El efecto K”, el libro que Viktor Kulagin publicaría años más tarde, las enfermeras del hospital se percataron de que aquella paciente era capaz de localizar las madejas de hilo del color que necesitaba, rebuscando en el cesto costura con la mano pero sin necesidad de mirarlo. Y entre los empleados del hospital comenzó a comentarse el rumor, de que aquella paciente tenía una habilidad especial.
Al principio fue un cotilleo anecdótico, sin mayor trascendencia. Pero en aquellos días el Dr. Leonid Leonidovich Vasiliev, Jefe del Departamento de Fisiología del Instituto Bekhterev del Cerebro y profesor de fisiología en la Universidad de Leningrado desde 1943, era uno de los primeros académicos soviéticos que investigaba el fenómeno de la Percepción Dermoóptica (DOP), presunta capacidad extrasensorial de percibir información, colores o formas a través de la sensibilidad de la epidérmica. Y alguien le habló al prestigioso fisiólogo de aquella paciente del hospital, que parecía tener una sensibilidad anómala en la piel de sus dedos.
VasilievVasiliev fue el primer científico soviético que pudo testar las supuestas capacidades paranormales de Kulagina, y probablemente esto fue un factor decisivo para que el caso no fuese sepultado en el olvido por la férrea censura atea comunista, poco dada a creer en milagros. Leonid Vasiliev no era un científico cualquiera. Contemporáneo de J.B. Rhine, Vasiliev intentó reproducir en la Universidad de Leningrado el laboratorio de parapsicología de Rhine en la Universidad de Duke, replicando los experimentos del psicólogo Pierre Janet. Autor de numerosos libros sobre parapsicología, muchos de los cuales están traducidos al inglés o al español, y a pesar de que llevaba muchos años investigando los fenómenos PSI, dijo de Kulagina: “Durante mis 30 años de investigación paranormal, jamás he visto nada parecido”.
Lo que comenzó como una investigación rutinaria en torno a la percepción dermoóptica derivó en algo mucho más complejo. Durante sus primeras entrevistas, en casa del matrimonio Kulagin, Nina y Viktor describieron las sorprendentes capacidades psicokinéticas que la esposa aseguraba manifestar desde su juventud. Nina creía haber heredado de su madre aquella capacidad psíquica, que se expresaba, especialmente, cuando era víctima de algún brote de ira. “Cuando se enfada, las cosas se mueven o se rompen solas”, aseguraba su esposo. Con el tiempo, siempre según su biógrafo y marido, Nina había aprendido a controlar aquella capacidad, y por si el prestigioso fisiólogo no le creía, le mostró unas antiguas películas de video casero, filmadas por el mismo Viktor Kulagin, donde podemos ver a una jovencísima Nina colocando sobre una silla una urna de cristal, en el interior de la cual depositaba pequeños objetos. Objetos que, tras unos minutos de intensa concentración, aparentemente podía over sin ningún contacto físico. El hijo de alguien vinculado al caso tuvo la amabilidad de facilitar a EOC una copia de esas películas, de pobre calidad pero sorprendentes.
Según relata en sus informes, el Dr. Vasiliev pudo reproducir en condiciones de control lo que se veía en aquellas primeras filmaciones caseras. Pero esta vez en el laboratorio de la Universidad de Leningrado, y cuando se convenció de que no existía fraude, o al menos él no pudo identificarlo, se atrevió a jugarse su credibilidad y prestigio académico, dando a conocer el caso. En enero de 1964, durante la celebración de un congreso de médicos y científico en Leningrado, Nina Kulagina fue presentada a la comunidad académica.
Vasiliev murió en 1966, y su colega el Dr. Zdenek Rejdak, psicólogo del Instituto Militar de Praga, tomó el relevo. Ojo a este nombre. Rejdak fue el autor del término “psicotrónica”, para referirse a la parapsicología en el ambiente académico soviético durante la guerra fría, y al intento de utilizar supuestos dotados con fines militares. Y sin duda una influencia decisiva en la trayectoria de Nina Kulagina a partir de entonces.
Desde su presentación en aquel congreso de enero de 1964, y hasta su muerte en abril de 1990 Nina Kulagina se convirtió en un conejillo de indias para los investigadores soviéticos primero, y llegados de todo el mundo después. Sus presuntas capacidades fueron testadas en más de 25 laboratorios diferentes: desde la Universidad de Leningrado o la de Moscú, hasta el Instituto Psiquiátrico VM Bekhterev o al Intituto Polenov ALAMS, pasando por el Instituto de Radio, Ingeniería y Electrónica, la Academia de Ciencias de la URSS, etc.
Fue sometida a experimentos típicamente soviéticos: hipnosis, cámara Kirlian, psicotrónica, psicoterapia motivacional, etc, que quizás podríamos acoger con especial escepticismo en la Europa capitalista. Pero también a todo tipo de pruebas, neurológicas, físicas, químicas, electromagnéticas, médicas… ¿Los engañó a todos?
PK: el poder de la mente sobre la materia
A pesar del entusiasmo inicial que mostraban los científicos amantes de aquella nueva “ciencia” llamada psicotrónica, el comité local del Partido Comunista no veía con buenos ojos los crecientes rumores sobre la camarada con poderes sobrenaturales para hacer milagros. Lo sobrenatural y el marxismo no suelen combinar bien. A pesar de que Victor Kulagin era miembro del comité de distrito del Partido, sus camaradas recibieron el caso con burlas, chanza y escepticismo. Alguien sugirió que sin duda Nina estaba burlándose de todos, utilizando hilos invisibles, o pequeños imanes escondidos en la ropa, o tal vez aún tuviese en su cuerpo algún trozo de metralla magnético, como recuerdo del frente… Y aquel rumor, que veinte años después recuperarían los pseudo-escépticos occidentales, obligó a los investigadores a ponerse más duros en los controles.
Antes de aquellos experimentos tanto las ropas de Kulagina, como la mesa y la silla de los experimentos, eran recorridas por los investigadores, con una brújula, para intentar detectar imanes escondidos. El cuerpo de la psíquica fue radiografiado con rayos X para eliminar la posibilidad de restos de metralla alojados en su cuerpo, y en muchos de las pruebas de telekinesis se utilizaron objetos de vidrio, cerámica, oro, plástico, etc, en teoría no susceptibles de ser afectados por elec-troimanes o campos magnéticos fraudulento.
El Dr. Genady Sergeyev, neurofisiólogo que prestaba servicios en el Instituto Militar Ukhtomskii de Leningrado fue uno de los primeros en unirse a los investigadores del caso Kulagina. Y así recordaba su primer encuentro con la controvertida psíquica: “Visité a la familia Kulagina en la noche del 26 de febrero de 1968. El Sr. Blazek, un editor amigo estaba conmigo, también me acompañaba un médico, el Dr. J.S. Zverev. Su marido, un ingeniero, también estuvo presente. El Dr. Zverev sometió a la Sra. Kulagina a un muy minucioso examen físico. Pruebas con instrumentos especiales no mostraron ninguna indicación de imanes ocultos o cualquier otro objeto… Revisamos la mesa a fondo y también pedimos a la Sra. Kulagina cambiar de posición en la mesa con frecuencia. Pasamos una brújula alrededor de su cuerpo y la silla y mesa, con resultados negativos. La invité a lavarse las manos… Después de la concentración, la aguja de la brújula se giró más de diez veces y, a continuación, toda la brújula, y una caja de fósforos… Yo puse un cigarrillo delante de ella, que se movió también…” Entre cada serie de pruebas, fue de nuevo examinada físicamente por el médico.
Los experimentos de Sergeyev fueron reproducidos en el Instituto de Mecánica de Precisión y Óptica de Leningrado, teóricamente en condiciones de control. Y lo que ocurrió entre aquellas paredes, durante los últimos años 60 es sencillamente increíble. Según los informes científicos, a los que EOC ha tenido acceso, Kulagina no solo podía mover sin contacto objetos que eran seleccionados por los investigadores, sino que también poseía toda una variedad sorprendente de capacidades psíquicas. Los informes hablan de experimentos de telepatía, clarividencia, psicofotografía, dermo-optica, fitometarquia y parazoogesis (o pararquia), pirogénesis, etc. Esos informes y testimonios, y las filmaciones en video que existen de muchos de esos experimentos, pretenden que Nina Kulagina llegaba a alterar la trayectoria de un rayo laser, a provocar quemaduras con el contacto de sus manos, o a separar, en un recipiente de laboratorio, la yema de la clara de un huevo en una solución salina, a dos metros de distancia… Increíble. image
Pero aquellas espectaculares exhibiciones implicaban un precio. Según los informes médicos –las constantes de la sujeto estaban controladas en todo momento- durante las intensas sesiones de experimentación, el pulso de Kulagina llegó a alcanzar las 240 pulsaciones. Pesada antes y después de cada experimenteo, lo habitual era que perdiese entre 500 y 700 gramos por jornada (V. Zakharchenko), pero algunas fuentes aseguran que llegó a perder hasta 2 kilos en una sola sesión. Según los controles electroencefalográficos, el estado emocional de Kulagina experimentaba alteraciones muy fuertes, y también se detectaban niveles muy altos de azúcar en sangre. En varias ocasiones Kulagina se quejaba de fuertes dolores en la columna vertebral, pérdida de visión, etc. Su sistema endocrino se vio alterado, y desde entonces sufrió con frecuencia dolores en brazos y piernas, falta de coordinación y vértigos.
Su salud se resentía a causa de la insistencia de los investigadores por ir cada día un poco más allá. Pero es comprensible. Quienes hemos tenido la oportunidad de conocer personalmente a supuestos psíquicos como Uri Geller, Monica Nieto, Luiz Antonio Gasparetto, etc, comprendemos que nunca antes, y nunca después, un grupo de científicos interesados en lo paranormal, tuvo la oportunidad de experimentar tanto tiempo, y tan profundamente, con un sujeto capaz, supuestamente, de tan insólitas proezas como Kulagina. El Dr. Y. Terletsky, catedrático de física teórica en la Universidad de Moscú sentenció : “La señora Kulagina posee una forma de energía que no conocemos”.
Ante tales prodigios, y aunque Kulagina nunca buscó protagonismo, sino lo contrario, era evidente que iba a resultar imposible mantener aquella historia en secreto. Las filmaciones de la mujer, moviendo pequeños objetos en el interior de una urna de cristal fueron proyectadas en el I Congreso de Parapsicología de Moscú, y pronto cruzaron el planeta. Un equipo de la TV japonesa viajó a Leningrado para entrevistar a Kulagina y filmar por si mismos sus supuestos poderes. Aquello no hizo mucha gracia al Krenlim, y cuando, a partir de 1970, algunos investigadores occidentales empezaron a expresar su interés por investigar el caso, empezaron los problemas. Sobre todo con los norteamericanos. EEUU y URSS estaban en plena guerra fría, y alguien en el KGB tenía la esperanza de que Kulagina tuviese algo que ofrecer al espionaje soviético. Y los mejor es que, auténtica o fraude, tenía mucho que ofrecer…
Un yanqui en la corte de los milagros
En 1970 algunos investigadores norteamericanos, como Willian A. McGary o el histórico J. G. Pratt, consiguieron superar la desconfianza y la censura del Krenlim y visitar a Kulagina en Leningrado. Por supuesto no recibieron ninguna colaboración de las autoridades rusas, muy desconfiadas con todo lo que llegaba de EEUU, y en el caso de Pratt y Ransom Champe, el encuentro se produjo en su hotel. Kulagina acudió a la cita acompañada del Dr. Genady Sergeyev y Kostantin Ivanenko, matemático e informático, y en compañía de ambos, Pratt y Champe tuvieron la oportunidad de ver, en vivo, lo que habían contemplado en las increíbles filmaciones de laboratorio.
En 1973 fue el célebre cardiólogo norteamericano Dr. Herbert Benson, junto con Manfred Cassirer, quienes consiguieron autorización para realizar algunos experimentos con Kulagina. El KGB sabía que los norteamericanos habían comenzado a gastarse millones de dólares en investigación paranormal, y no autorizaron al eminente Dr. Benson a conocer sus laboratorios, así que Benson y Cassirer se vieron obligados a montar su propio laboratorio en un hotel. Sus protocolos eran muy ambiciosos, intentarían medir la “fuerza psíquica” utilizando un hidrómetro protegido por una pantalla, pero en aquella época Kulagina estaba enferma. Poco después sufriría un ataque al corazón que casi le costó la vida, en teoría originado por la tensión de los experimentos. Aun así se prestó a colaborar y al parecer se obtuvieron algunos resultados, aunque no concluyentes.
Sin embargo el Dr. Benson pudo experimentar en sus propias carnes, nunca mejor dicho, el poder de Kulagina. Los investigadores soviéticos aseguraban que Nina era capaz de proyectar un calor insoportable a través del roce de sus manos, y Herbert Benson quiso probarlo por si mismo. Tras dejar que Kulagina tomase una de sus manos con la suya empezó la prueba… y al respecto escribió: “Después de más o menos un minuto comencé a sentir un profundo dolor físico y necesité apretar los dientes y darme en la cabeza con la mano libre para soportar la continuación de la experiencia. No se ciertamente cuanto tiempo aguanté, pero creo que fueron entre cuatro y cinco minutos, después de los que, involuntariamente, caí en un sofá y Kulagina decidió soltarme por su propia voluntad. Pasaron algunos minutos hasta que pude recuperarme y ver el área quemada. Estaba dolorida al tacto, de un color rojo vivo y ligeramente hinchada. Como si hubiese sido expuesta al fuego. En mi caso la quemadura solo desapareció después de ocho días”.
Un año después el Dr. Jürgen Keil, de origen alemán, consiguió un permiso para visitar a Kulagina. Años después este profesor de la Universidad de Tasmania aun recordaba a sus alumnos la cordialidad, cooperación y amabilidad de Nina Kulagina, que le invitó a cenar en su casa, pudiendo filmar durante la cena varios experimentos de PK. Recientemente un canal de TV alemán intentó convencer al Dr. Keil, a través del ilusionista Simón Pierro, de que lo que había visto en casa de Kulagina eran simples trucos de magia. El Dr. Kiel, sin embargo, no se fue convencido. benson herbert3
Para los investigadores occidentales resultaba frustrante la censura que rodeaba el caso, y las dificultades que las autoridades soviéticas ponían para llegar hasta Kulagina. Y algunas voces escépticas comenzaron a alzarse desde Occidente. Especialmente desde 1976, fecha en que se funda oficialmente el CSICOP y el movimiento de detractores profesionales de lo paranormal. En su opinión la tensión política y la guerra fría entre EEUU y URSS no era razón suficiente para que los escépticos norteamericanos no pudiesen viajar libremente a la URSS y someter a Kulagina a sus propios controles. Aunque lo cierto es que ningún miembro del movimiento pseudo-escéptico intentó nunca investigar a Nina. No pusieron tanto empeño como Pratt, Benson o Kassirer.
Nuevas investigaciones en Moscú
En otoño de 1977 el matrimonio Viktor y Nina Kulagina viajó en dos ocasiones a Moscú para la realización de nuevos experimentos más ambiciosos en el Instituto de Química y Física de la Academia de Ciencias de la URSS.
Desde ese momento, y hasta 1984, Kulagina y su esposo viajarían en numerosas ocasiones a Moscú para la realización de numerosos experimentos por parte de diferentes científicos, en la Escuela Superior de Tecnología, el Instituto de Investigación de Ingeniería de Radio y Tecnología, etc. Todo ello a pesar de que un ataque al corazón, supuestamente relacionado con la tensión física y psicológica que Kulagina sufría durante algunos experimentos, estuvo a punto de costarle la vida en esa época.
Entre los experimentos que se iniciaron ese año, destaca el estudio de la influencia de Kulagina sobre varios grupos de ratones, a los que se había inoculado alguna enfermedad por vía subcutánea. Con diferentes grupos de control, y series de exposición debidamente controladas, Kulagina demostró una vez más, o eso aseveran los informes, que podía influir con su pensamiento en organismos vivos. Un tema especialmente delicado. Los ratones inoculados, y sometidos a la “terapia Kulagina” sobrevivían hasta 10 días más que el grupo de control, que no era tratado por la psíquica. Según algunas fuentes, también se hicieron experimentos con individuos humanos, calibrando la mejoría que Kulagina podía producir en procesos inflamatorios, migrañas, heridas, cortes y algunas enfermedades de órganos internos.
A pesar de todas las tonterías, inexactitudes, y auténticas calumnias que se han publicado sobre el caso, y qnina_kulagina_1960erue actualmente desbordan la red de patrañas, los investigadores acudieron a magos e ilusionistas en varias ocasiones para desechar la posibilidad del fraude. El más relevante de todos ellos, el Gran Hakobyan, uno de los ilusionistas más famosos y queridos de la historia rusa. En 1982 Hakobyan (padre, ya que su hijo también es actualmente un mago famoso), fue invitado por el Dr. Gulayev a participar en algunos de los experimentos más ambiciosos con Kulagina. Se trataba de pruebas consistentes en alterar o dispersar un rayo laser proyectado sobre una pantalla de gas. El célebre ilusionista no supo explicar lo que ocurrió en aquel laboratorio de física.
Tres años más tarde, en 1985, el reformista Mijail Gorbachov es elegido Secretario General del Partido Comunista, y con él llega la Perestroika (Reestructuración) de la política interna y externa de Rusia. Dos años después comienza una nueva serie de experimentos en la ciudad donde todo comenzó: Leningrado. A iniciativa del Dr. L. Wolf, jefe del departamento de Fibras Químicas del Instituto Textil y de la Luz de dicha ciudad, Kulagina vuelve a ser sometida a una batería de experimentos a largo plazo.
“El Caso de la Telekinesis”: Un juicio histórico
Ese año 1987, sin embargo, todas las investigaciones científicas sobre Nina Kulagina fueron paralizadas. El autodenominado Movimiento Escéptico Organizado (MEO) ya había llegado a la URSS amparado en el aperturismo de la Perestroika y en una revista llamada “El hombre y la ley” (número 6 de 1987 ) se publica un artículo muy agresivo acusando a Kulagina de ser un enorme fraude, que durante más de 25 años había conseguido engañar a físicos, químicos, psicólogos, parapsicólogos, ilusionistas, etc. Todos una pandilla de crédulos ignorantes, burlados por una estafadora sin escrúpulos.
Se acusaba, aún lo hacen, a Kulagina de utilizar un pseudónimo artístico (en realidad era su nombre de soltera, utilizado para evitar la publicidad), de esconder pequeños imanes e hilos invisibles en las pruebas de telequinesis, etc. Y Kulagina explotó. Indignada por lo que consideró insultos, después de tantos años de –según ella- haberse prestado dócilmente a todo tipo de experimentos que incluso dañaron su salud, interpuso una denuncia contra la publicación, dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. A pesar de que ya era abuela de ocho nietos, y como demuestran sus medallas como militar en la II Guerra Mundial, si los nazis no la asustaban, los pseudo-escépticos aún menos.
El llamado “Caso de la Telekinesis” fue un juicio sin precedentes en la historia de la parapsicología. En la legislación británica, y desde 1951, existe una ley, llamada popularmente “Acta de médiums fraudulentos”, que puede penar hasta con dos años de prisión a quienes simulen poderes sobrenaturales con ánimo de lucro. Esa es la razón por la que conocidos médiums británicos prefieren realizar sus actividades profesionales en países como España y Portugal, y no en el Reino Unido, donde mantienen su residencia… Lo normal es que sean los supuestos psíquicos los denunciados por las víctimas de un engaño, y no puedan aportar pruebas a un Tribunal de Justicia de sus poderes. Pero en el “Caso de la Telekinesis” fue la dotada, Ninel Sergeyevna Kulagina, la que interpuso la denuncia contra quien la acusaba de fraude, dispuesta a someter a la Justicia la decisión de si sus capacidades psíquicas eran o no genuinas. Algo nunca antes visto en la historia de la parapsicología.
EOC ha tenido acceso a las actas del “Caso de la Telekinesis”. Su lectura resulta sorprendente, y a la vez desestabilizadora. Resulta muy difícil mantener el escepticismo ante los testimonios de reputados científicos, que ponen en riesgo su credibilidad y prestigio académico para testificar, ante el Tribunal, a favor de Kulagina.
La primera vista, en el Salon de la Corte Popular de Dzerzhinshy, distrito de Moscú, se inició el 14 de diciembre de 1987, presidiendo la corte el Ilmo. T. I. Levchenkova. El abogado de la publicación, B. M. Kalabin, miembro de la Asociación de Abogados de Moscú, tuvo que soportar los testimonios demoledores del Dr. Gulayev, el Dr. Kobzarev, L. E. Kolodny, A. M. Kibrik, etc. El abogado de la demandante, R.V. Platov, un fiscal militar que actuaba por primera vez en un proceso de la administración, defendió con vehemencia el honor de Kulagina.court_platov
Durante todas las sesiones del juicio, los interrogatorios fueron acalorados, y el público asistente en la sala disfrutó de un debate apasionado. Los acusados defendían el artículo publicado en 1987, y otro similar publicado un año antes, aludiendo a libros escritos por detractores de lo paranormal en la URSS que cuestionaban a otros psíquicos como Kulagina. Incluso llegaron a poner en duda su participación en la II Guerra Mundial y sus honrosas condecoraciones, a pesar de haber afirmado contradictoriamente que podía tener en su cuerpo algún trozo de metralla magnético que explicase los movimientos de objetos… También argumentaban que en 1961 Kulagina había sido acusada de abuso de confianza y fraude por parte de algunos vecinos de su comunidad, y de haberse quedado con el dinero de comisiones vecinales. Sin embargo resultó demoledora la confesión de que ni el autor del artículo, ni el editor, habían investigado jamás a la supuesta falsaria que denunciaban. Una constante internacional en la historia del MEO.
Ante eso, los testimonios de los científicos que si habían investigado a Kulagina fueron demoledores. Los de los más audaces, porque la mayoría, como queda patente en las actas del juicio, preferían guardar silencio antes de convertirse en objeto de mofa por defender algo tan aparentemente irracional, como los poderes psíquicos de Kulagina. Pero algunos de los académicos más relevantes, con un curriculum que nadie podría cuestionar, se atrevieron a ofrecer un testimonio irrefutable. Especialmente el del Dr. Kobzarev, un héroe nacional en la URSS y padre del radar ruso. Y también el del Sargento A. M. Kibrik, jefe de estación de radio durante el asedio nazi a Leningrado y superior de Kulagina, que ratificó la historia de su herida en combate y sus merecidos honores militares. court_kobzarev
Finalmente la Corte de Distrito condenó a los demandados a “Satisfacer parcialmente la demanda. Obligar al Editor de “El hombre y la ley”, en el respeto de N. S. Kulagina, a escribir una refutación en el plazo un mes desde la fecha de promulgación de la presente sentencia, por haber causado la insulta de las acusaciones de fraude y charlatanería “.
La revista apeló al Tribunal Municipal de Moscú, y volvió a perder. El 26 de enero de 1988 el Tribunal Municipal confirmaba la sentencia condenatoria de la Corte de Distrito. A ojos de ambos jueces, Nina Kulagina no era la charlatana fraudulenta que pretendían los escépticos. Sin embargo, la satisfacción de ver restituido su honor duró poco. Agotada, enferma y decep-cionada, tras 30 años de ser utilizada como conejo de indias por docenas de científicos, Nina Kulagina fallecía dos años después, en abril de 1990.
El misterio K
En 2011 quien esto escribe tuvo la impagable oportunidad de conocer a un testigo presencial de las capacidades psíquicas de Kulagina. Se trata de un prestigioso artista español, “auto exiliado” en la URSS durante el franquismo, que trabajó durante mucho tiempo en el Krenlim. En su fascinante biografía, publicada en 1975, se relatan los numerosos trabajos artísticos que realizó para el PCUS, desde 1967. Comunista convencido, y alérgico a todo protagonismo, desea mantener el anonimato. Según su testimonio, coincidió en varias ocasiones con Kulagina en Moscú. Me asegura que la relación de Nina con los dirigentes más relevantes del PCUS era más que cercana. Según esta fuente, las capacidades paranormales de Kulagina eran genuinas. Me insiste enérgicamente en que no existía truco, aunque reconoce que es un artista y no un prestidigitador familiarizado con las técnicas de mentalismo. Sin embargo su testimonio nos abre otras vías de análisis.Kulagina3j
Durante años algunos críticos del caso Kulagina sugerían que fueron las sorprendentes filmaciones de sus capacidades las que alentaron los programas de espionaje psíquico en EEUU. Miles de dólares y recursos invertidos en una carrera por obtener los mejores agentes paranormales, y que podrían haberse dedicado a otros programas militares. ¿Fue Kulagina un instrumento del KGB para desinformar a los norteamericanos haciéndoles creer que poseían un arma secreta letal en plena guerra fría? No olvidemos que tras la muerte de Vasiliev, en 1966, fue un psicólogo militar vinculado al KGB, el Dr. Zdenek Rejdak, el primero en ocuparse del caso.
Eso podría explicar, a ojos escépticos, el apoyo de la comunidad científica rusa a este caso, e incluso el dictamen del juicio de 1988. Y la cercanía de Kulagina con importantes dirigentes del gobierno soviético que testimonia mi fuente, podría avalar esa hipótesis. Sin embargo eso implicaría que docenas y docenas de científicos soviéticos, y también norteamericanos, británicos o alemanes, habían sido cómplices de un engaño elaborado por la inteligencia soviética, o incautas víctimas del fraude más longevo e increíble de la historia. Y ambas hipótesis parecen tan extraordinarias e increíbles, como los poderes sobrenaturales de Nina Kulagina.
Es un parque ecológico ubicado en el estado de Quintana Roo, México. Se caracteriza por una gran caleta en la que el agua de un río se une al Mar Caribe, conformando el espacio idóneo para la convivencia de 70 especies marinas y de agua dulce. Es por esta razón que Xel-Há es conocido como el acuario natural más grande del mundo. Asimismo, por ser el espacio de numerosos ejemplares de flora y fauna de la región, se le otorgó a Xel-Há el título de Maravilla Natural de México en una reciente convocatoria a nivel nacional.
Xel-Há se encuentra en pleno corazón de la Riviera Maya, a 122 km al sur de Cancún, y 13 km al norte de la zona arqueológica de de Tulum, por la carretera Cancún-Tulum.
Xel-Há se compone de dos palabras mayas que juntas significan “entrada de agua”, que es una clara referencia a su estructura geográfica, o bien “lugar donde nacen las aguas”.
Una leyenda sobre el origen de Xel-Há cuenta que los dioses mayas, tras haber conjugado en un solo lugar lo mejor de ellos mismos, crearon tres guardianes: Huh, la iguana, guardián de la tierra; Mo, la guacamaya, es guardián de los cielos, y Kay-Op, el pez lora, guardián de las aguas. Luego, los dioses decidieron hacer entrega de ese paraíso natural a la humanidad.